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Cómo usar los electroestimuladores TENS de manera correcta

Los electroestimuladores TENS se pueden clasificar como equipos de baja frecuencia que utilizan la técnica basada en la estimulación nerviosa transcutánea para el tratamiento del dolor o la misma estimulación con fines deportivos de tal zona. Estos equipos suelen utilizarse mucho en el ámbito de la fisioterapia, durante las sesiones el profesional utiliza estos equipos para aliviar los dolores musculares de los pacientes.

La base de estos equipos es que son regulables en intensidad y frecuencia, lo que permite varias posibilidades para elegir entre diferentes tipos de impulsos y tratamientos, algunos ya predefinidos para una fácil configuración.

Las frecuencias más comunes que suelen utilizar los fisioterapeutas son entre 2 y 200 hz, es posible incluso llegar a más en algunos TENS. Si eres un usuario final has de tener en cuenta a la hora de elegir tu TENS que es posible modular la frecuencia, amplitud y duración de los impulsos.

Esta última década de año los equipos de electroestimulación se están volviendo más populares de manera que si asistes a una clínica de fisioterapia o incluso un gimnasio es posible poder verlos “en acción”. Sin embargo, su uso no es tan sencillo cómo parece, para un correcto funcionamiento y eficacia se ha de consultar a un profesional fisioterapeuta. El podrá indicar los pasos, el funcionamiento y el tipo de intensidad para un preciso tratamiento, y, por consecuente, resultados.

Al principio del tratamiento, el uso del TENS produce pequeñas descargas de corrientes eléctricas del cuerpo humano donde libera endorfinas ante la aplicación de todo tipo de electroterapia TENS. Está comprobado científicamente que ello no sudece con cualquier frecuencia, sino como publicamos en la entrada anterior, con las frecuencias de 2 a 4 Hz, se obtiene ese efecto de analgesia basado en endorfinas.

¿Cómo podemos aplicarlo de manera correcta?

Hay diferentes formas de aplicación que ayudaran a aumentar su rendimiento y por ende, sus resultados.

  1. Aplicación en el punto de dolor. Este modo es el mas utilizado siempre que el área de dolor esté intacta, sin erosiones cutáneas. En aplicaciones monofásicas el electrodo se coloca sobre ese punto. Si la zona con dolor está dañada es preferiblemente elegir otro punto de aplicación.
  2. A ambos extremos del punto afectado.
  3. Sobre el nervio, en la zona anterior al punto doloroso. En el trayecto que pasamos previo a la lesión, como mecanismo activo de bloqueo de la sensación en el trayecto nervioso
  4. Sobre el dermatoma. Utilizando esquemas que acompañan los TENS para aplicarlo de manera más eficaz. No debemos considerarlas excluyentes de otras ubicaciones.
  5. Sobre puntos gatillo.
  6. Sobre los puntos de acupuntura.
  7. Sobre la raíz nerviosa.

Dentro de los usos de los equipos de electroestimulación, uno de los aspectos más complejos de definir. Es dudoso que exista incluso ese punto de colocación. No hay nada que impida elegir una ubicación a priori optima, y en caso de no obtener los resultados esperados seleccionar una disposición alterna hasta encontrar la que es eficaz en cada paciente concreto.

En resumen el uso de los electroestimuladores es sencillo si conoces qué parámetros pueden ser mejor para tu tratamiento. De lo contrario, has de ponerte en contacto con un profesional fisioterapeuta para que el o ella te indiquen qué parámetros pueden ser los más indicados para ti.