Rehabilitación

Rehabilitación Médica

• Para prevención de la atrofia muscular durante periodos largos de inmovilización.
• Para el tratamiento de la atrofia.
• Para conseguir una mayor estabilidad articular.
• Para el tratamiento de contracturas musculares.
• Para el tratamiento de la espasticidad.
• Para el tratamiento del dolor.

En el Deporte

• Para la recuperación muscular después de realizar un ejercicio intenso.
• Para aumentar la fuerza muscular.
• Para aumentar la resistencia a la fatiga.
• Para aumentar la intensidad del esfuerzo que se puede hacer durante un tiempo determinado.
• Para mejorar la elasticidad muscular.

En la Estética

• Para reafirmación muscular.
• Para tonificación muscular.
• Para tratamientos de lipólisis.
• Para tratamientos anticelulitis.

Rehabilitación de músculos que por haber sufrido largos periodos de inmovilización muestran una importante reducción de volumen.

La experiencia demuestra que los mejores resultados, se obtienen cuando se realiza una estimulación progresiva.

Para musculatura de miembros superiores y tronco:

• 1ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 8 Hz y 150 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 35 Hz y 200 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 150 µseg durante otros 3 minutos (recuperación).
• 2ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 8 Hz y 150 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 45 Hz y 200 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 150 µseg durante otros 3 minutos (recuperación).

• 1ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 8 Hz y 250 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 35 Hz y 350 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 250 µseg durante otros 3 minutos (recuperación).
• 2ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 8 Hz y 250 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 45 Hz y 350 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 250 µseg durante otros 3

Cada tratamiento, incluye una secuencia de calentamiento a 8 Hz para aumentar la actividad metabólica y otra de relajación a 3 Hz. para facilitar la recuperación y evitar la posible aparición de contracturas. La secuencia de trabajo, se concentra sobre las fibras del tipo I, durante la primera semana, y sobre las fibras del tipo II durante la segunda.

Para obtener buenos resultados, es aconsejable utilizar la máxima intensidad posible. Después de las dos primeras sesiones, el paciente, podrá incrementar la intensidad cada cuatro o cinco contracciones y trabajar fácilmente por encima de los 50 mA.

El fortalecimiento muscular está destinado a aumentar la resistencia de los músculos tratados previamente con tratamientos de atrofia muscular, o bien a fortalecer la musculatura para prevenir una posible lesión: esguinces de tobillo, luxaciones, lumbalgias, etc.

Los mejores resultados se obtienen realizando una estimulación progresiva con frecuencias capaces de producir contracciones tetánicas en las fibras rápidas y de fuerza.

Todos los tratamientos, se inician con un tiempo de calentamiento a 5 Hz para aumentar la actividad metabólica y se finalizan con otro de relajación a 3 Hz.

Para musculatura de miembros superiores y tronco:

• 1ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 200 µseg durante 5 minutos (calentamiento). Proseguir con 60 Hz y 200 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 200 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

• 2ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 200 µseg durante 5 minutos (calentamiento). Proseguir con 70 Hz y 200 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 200 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

• 3ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 200 µseg durante 5 minutos (calentamiento). Proseguir con 80 Hz y 200 µseg durante 25 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 200 µseg durante otros 15 minutos (recuperación).

• 4ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 200 µseg durante 5 minutos (calentamiento). Proseguir con 90 Hz y 200 µseg durante 25 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 200 µseg durante otros 15 minutos (recuperación)

Para musculatura de los miembros inferiores:

• 1ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 350 µseg durante 5 minutos (calentamiento). Proseguir con 60 Hz y 400 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y350 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

• 2ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 350 µseg durante 5 minutos (calentamiento). Proseguir con 70 Hz y 400 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 350 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

• 3ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 350 µseg durante 5 minutos (calentamiento). Proseguir con 80 Hz y 400 µseg durante 25 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 350 µseg durante otros 15 minutos (recuperación).

• 4ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 350 µseg durante 5 minutos (calentamiento). Proseguir con 90 Hz y 400 µseg durante 25 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 350 µseg durante otros 15 minutos (recuperación).

Aplicar siempre la mayor intensidad posible. Para lograrlo, recomendamos incrementar su valor de forma progresiva cada dos o tres contracciones, conforme se vaya ejecutando el tratamiento.

Aunque el programa está diseñado para un periodo de trabajo de cuatro semanas, debe ser el preparador físico quien determine el tiempo y las secuencias que deben aplicarse a cada deportista en concreto.

La resistencia a la fatiga permite aumentar la capacidad muscular para soportar un trabajo intenso durante un mayor periodo de tiempo.

El trabajo al que se somete a la musculatura conlleva una fuerte descomposición de Glicógeno y una importante producción de Ácido Láctico.

Es importante mantener un ritmo de trabajo progresivo para favorecer la mejor adaptación del atleta y obtener unos resultados más favorables.

Las frecuencias de contracción se seleccionan para hacer trabajar las fibras IIa y IIb.

Todos los tratamientos, se inician con un tiempo de calentamiento a 5 Hz para aumentar la actividad metabólica y se finalizan con otro de relajación a 3 Hz.

Para musculatura de miembros superiores y tronco:

• 1ª y 2ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 200 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 50 Hz y 250 µseg durante 15 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 200 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).
• 3ª y 4ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 200 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 60 Hz y 250 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 200 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

Para musculatura de los miembros inferiores:

• 1ª y 2ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 350 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 50 Hz y 400 µseg durante 15 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 350 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

• 3ª y 4ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 350 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 60 Hz y 400 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 350 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

Aplicar siempre la mayor intensidad posible. Para lograrlo, recomendamos incrementar su valor de forma progresiva cada dos o tres contracciones, conforme se vaya ejecutando el tratamiento.

Aunque el programa está diseñado para un periodo de trabajo de cuatro semanas y a razón de dos sesiones diarias (cinco días a la semana), debe ser el preparador físico quien determine el tiempo y las secuencias que deben aplicarse a cada deportista en concreto.

Entendiendo el endurecimiento como la intensidad del esfuerzo que se puede realizar durante un tiempo determinado, el entrenamiento deportivo capaz de mejorar dicha característica ha de centrarse en aumentar la capacidad oxidativa de las fibras musculares.

Como sucede con casi todos los programas de entrenamiento, es importante mantener un ritmo de trabajo progresivo que permita una mejor adaptación del atleta y obtener unos resultados más favorables.

Se utilizan frecuencias de contracción bajas (10Hz y 15 Hz) provocando un efecto de capilarización alrededor de la fibras lentas, y de modo tal que las fibras intermedias y rápidas no lleguen nunca a tetanizar, aunque sí se vean parcialmente subtetanizadas por un efecto reciproco de las fibras lentas.

Todos los tratamientos, se inician con un tiempo de calentamiento a 5 Hz para aumentar la actividad metabólica y se finalizan con otro de relajación a 3 Hz.

Para musculatura de miembros superiores y tronco:

• 1ª y 2ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 200 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 10 Hz y 250 µseg durante 15 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 200 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

• 3ª y 4ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 200 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 16 Hz y 250 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 200 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

Para musculatura de los miembros inferiores:

• 1ª y 2ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 350 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 10 Hz y 400 µseg durante 15 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 350 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

• 3ª y 4ª semana: Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 350 µseg durante 3 minutos (calentamiento) Proseguir con 16 Hz y 400 µseg durante 20 minutos (trabajo) y finalizar con 3 Hz y 350 µseg durante otros 10 minutos (recuperación).

Aplicar siempre la mayor intensidad posible. Para lograrlo, recomendamos incrementar su valor de forma progresiva cada dos o tres contracciones, conforme se vaya ejecutando el tratamiento.

Aunque el programa está diseñado para un periodo de trabajo de cuatro semanas y a razón de dos sesiones diarias (cinco días a la semana), debe ser el preparador físico quien determine los parámetros y los tiempos que deben aplicarse a cada deportista en concreto.

La capilarización, que fundamentalmente se produce alrededor de las fibras de rápidas, se consigue estimulando la musculatura con frecuencias muy bajas, las cuáles, favorecen el aumento de la creatina y la disminución del ácido láctico. El resultado, es un importante aumento de la resistencia a la fatiga en las fibras rápidas.

Los tiempos de contracción, muy largos (240 seg), son interrumpidos únicamente por cortos periodos de relajación (10 seg), en los que se aplican frecuencias de 3 Hz.

Las pendientes de subida de intensidad se alargan a fin de facilitar el empleo de intensidades altas.

Cada tratamiento, va precedido de una secuencia de calentamiento a 5 Hz.

Es importante aplicar intensidades de contracción por encima de los 30 mA, ya que, de otra forma el tratamiento no resulta eficaz.

Se recomienda trabajar, al menos, durante dos semanas y a razón de dos sesiones diarias (cinco días a la semana), si bien, debe ser el preparador físico quien determine los tiempos y las secuencias que deben aplicarse a cada deportista en concreto.

Para musculatura de miembros superiores y tronco:

• Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 150 µseg durante 5 minutos (calentamiento) Proseguir durante 20 minutos a 10 Hz y 200 µseg programando un tiempo de trabajo a 40 seg.

Para musculatura de los miembros inferiores:

• Iniciar el tratamiento con frecuencia de 5 Hz y 300 µseg durante 5 minutos (calentamiento) Proseguir durante 20 minutos a 10 Hz y 350 µseg programando un tiempo de trabajo a 40 seg

La estimulación con frecuencias muy bajas (alrededor de 1 Hz) resulta de gran eficacia para reducir las contracturas y la tensión muscular durante el reposo, así como para tratar la musculatura espástica, previene o disminuye el riesgo de transformación de fibras del tipo I en fibras del tipo II, relaja la musculatura y disminuye su espasticidad.

Se ofrecen tres tratamientos con diferente anchura de onda, que se aplicarán en función de la musculatura a tratar:

• Cuello, hombros y extremidades superiores: 1 Hz y 150 µseg de anchura de onda.

• Musculatura del tronco: 1 Hz y 200 µseg de anchura de onda.

• Extremidades inferiores: 1 Hz y 250 µseg de anchura de onda.

Veinte minutos es el tiempo de tratamiento más habitual y es conveniente, mantener el nivel de intensidad lo más alto posible.

Para evitar los dolores, el agarrotamiento o las contracturas después de realizar un intenso esfuerzo físico, es necesaria la realización de ejercicios especiales destinados a aumentar el riego sanguíneo y a soltar la musculatura.

Con la electroestimulación muscular se obtienen muy buenos resultados procediendo del siguiente modo:

1. Iniciar el tratamiento aplicando una frecuencia de 8 Hz con un ancho de pulso de 200 µseg. para las extremidades superiores o de 300 µseg. si se aplica sobre musculatura de las extremidades inferiores. La duración del tratamiento fijarla en 3 o 4 minutos.
2. A continuación, repetir el tratamiento con las frecuencias de 6 Hz, 4 Hz, 2 Hz y 1 Hz repitiendo los tiempos de duración con cada una de ellas.
3. Es importante aplicar intensidades de contracción por encima de los 30 mA, ya que, de otra forma el tratamiento no resulta eficaz.
4. Se recomienda trabajar, al menos, durante dos semanas y a razón de dos sesiones diarias (cinco días a la semana), si bien, debe ser el preparador físico quien determine los tiempos y las secuencias que deben aplicarse a cada deportista en concreto.